Hay ocasiones en que las leyes sancionan determinadas conductas en consideraci?n a disminuir las posibilidades de un da?o inminente o un peligro determinado. Dichas consideraciones al ser aplicadas al caso concreto por lo regular debieran reflejar estad?sticamente resultados positivos. Por lo menos estar directamente relacionadas con problemas de facto suscitados por la realidad cotidiana; a pesar de lo anterior, existen situaciones en donde dichas normas simplemente no van de acuerdo a las realidades econ?micas, la relaci?n que guardan entre los riesgos que pretende disminuir y la prohibici?n es muy cuestionable y para sumarle otro tanto, la aplicaci?n de dicha ley acarrea otra serie de problemas incrementando el porcentaje de eventos que se han pretendido evitar, siendo mayoritariamente contraproducente.

El caso referido es la reciente aplicaci?n rigurosa de la ley para cerrar los centros nocturnos a una hora determinada, recordando que el detonante de dicha aplicaci?n fue la agresi?n que sufri? el futbolista Salvador Caba?as. Para el presente an?lisis hay que tomar los argumentos de acuerdo a m?ltiples puntos de vista, mismos que a continuaci?n desgloso.

Primero que nada habr? que observar que cerrar o no cerrar un centro nocturno no implica menos riesgo de que ocurran eventos como el referido. En M?xico se llevan a cabo asaltos y robos, as? como ri?as y peleas a plena luz del d?a incluso empleando armas de fuego. Tal es el caso, por ejemplo, de los palenques, donde es m?s que com?n que existan tiroteos por malos entendimientos. Para poder percatarnos de ello simplemente hay que comprar un ejemplar de alg?n diario de nota roja y podremos constatar lo cotidianos que son dichos casos. Adem?s, antes de que el famoso deportista fuera herido ya ocurr?an situaciones parecidas afuera y adentro de los centros nocturnos, verdaderamente no es nada nuevo que ocurran este tipo de eventos.

Por otro lado hay que analizar las consecuencias de la aplicaci?n de dicha norma, si acarrean efectos positivos o negativos en relaci?n a lo que se pretende, que es sin lugar a duda, disminuir la violencia en dichos centros nocturnos, as? como evitar accidentes de tr?fico, robos, secuestros, etc?tera. Al momento de sacar a toda la concurrencia de los centros nocturnos, la mayor?a de los presentes ya se encuentran en estado de ebriedad, generando una salida masiva de gente que entre empujones y tropiezos, genera en muchos casos connatos de ri?a incontrolables. A su vez, la entrega de veh?culos resulta insufrible, generando impaciencia entre los presentes, pudiendo desatar m?s peleas. Finalmente, al todos salir de golpe se tiene proporcionalmente a m?s personas en estado et?lico en la calle, incrementando el riesgo de accidentes automovil?sticos.

En cuanto a la perspectiva del negocio, s?lo cabe resaltar la cantidad de dinero que se pierde, junto con los respectivos empleos, directos e indirectos, y en el mejor de los casos, disminuyendo el ingreso de las familias de los trabajadores de dichos lugares.

Simplemente hay que valorar los resultados y determinar si realmente este tipo de leyes podr? hacer que no ocurran m?s siniestros del estilo o realmente es una norma con buenas intenciones, aplicaci?n en relaci?n al momento y muchos efectos negativos. Tal pareciera una norma para apaciguar la opini?n p?blica, pretender llevar a la vida nocturna una falsa moral de que lo es correcto y legitimarse en datos que ni siquiera son favorables. Estamos ante un claro caso de la supuesta aplicaci?n de la estad?stica y los ?datos? sin comprobaci?n alguna, que m?s que beneficios, ha acarreado incontables perjuicios desde todos los puntos de vista.

En fin, s?lo en M?xico vemos que existen leyes que implican un m?nimo beneficio y m?s bien generan grandes perjuicios desde todas las perspectivas; adem?s para que se convierta en texto vigente tiene que pasar un accidente grave a una persona del medio, de lo contrario hubiera continuado como simple letra muerta.