?Qué implica ser candidato uninominal y plurinominal
a la vez?
El sistema electoral mexicano permite a los partidos
políticos inscribir a sus candidatos a diputados
federales tanto por la vía uninominal como por la vía
plurinominal simultáneamente. Esto quiere decir que
una misma persona puede, si es que el partido al que represente
así lo desea, competir por el distrito al que pertenezca y a la vez
ser inscrita en las listas de candidatos que proporcionalmente
le correspondan a dicho partido con base a los votos nacionales
recibidos.
Tal estrategia electoral conlleva alguna veces el desagrado
de los votantes, por considerarla inequitativa y poco contundente.
He aquí tres puntos que permiten formar una idea de lo ya
comentado con base en la realidad electoral que se presenta al
momento de renovar la Cámara de Diputados del H. Congreso
de la Unión cada 3 a?os.
Desigualdad de oportunidades
Al recaer en una misma persona ambas candidaturas, se le está
despojando a otro miembro del partido la posibilidad de contender
por una diputación.
Es importante recalcar que la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos se?ala en su artículo 55 los requisitos
para ser diputado, esto en referencia a que si una persona
cumple con aquellos, aunado a que pertenece a un partido político
que lo respalde, estará en todo su derecho de postularse
como candidato, siempre y cuando el partido al cual representa,
lo apruebe. Es ahí en donde criterios más específicos como lo es
el tiempo de pertenencia al partido, la meritocracia, especialidad
y capacidad deberían entrar en juego para la toma de decisión y
no solo los intereses partidistas. Tales criterios pueden determinar
de manera recta y primordialmente justa el que una persona
represente uninominal y/o plurinominalmente al partido.
Desinterés por realizar una digna campa?a
Al tener asegurado un lugar en la Cámara de Diputados del H.
Congreso de la Unión por la vía plurinominal, el candidato en
su postura uninominal quizás no realice una campa?a en donde
manifieste verdadero interés por ganar el distrito electoral que
le corresponda. Esto se puede reflejar en una mala distribución
y ejecución de recursos destinados para la misma, proyectando
una imagen poco positiva del candidato y por ende del partido
que lo represente.
Las consecuencias que conlleva dicha proyección podrían observarse a mediano y largo plazo, específicamente afectando
no sólo al candidato, sino al partido en las elecciones próximas
tanto locales como federales, como lo sería la elección de presidentes
municipales, gobernadores e inclusive para elegir al presidente
de la República. Esta afectación se podría traducirse en
la pérdida de simpatizantes, lo que conduce a la disminución de
votos a favor. Tal situación se puede prevenir entre otras acciones
si el candidato realiza una campa?a electoral aprovechando los
medios que se le otorgan de manera digna, adecuada y correctamente
elaborada.
Ausencia de compromiso y falta de acercamiento distrital
Normalmente un candidato se compenetra con los ciudadanos
del distrito al que representa con la finalidad de conocer sus opiniones y atender sus necesidades para después exponerlas
en el Congreso; en el caso de una ?bi-candidatura? (por la vía
uninominal y plurinominal a la vez) con o sin el voto de los
ciudadanos, el resultado será positivo para el candidato, lo que
conlleva a que éste no se vea en la necesidad de adentrarse con
la ciudadanía de la forma en la que un candidato de carácter
simplemente uninominal lo haría para generar electores a su
favor.
En el caso de los candidatos puramente plurinominales el
no tener un verdadero contacto con los individuos que conforman
su distrito no permite que aquellos conozcan y se compenetren
con la realidad social de los votantes, cuestión preocupante
ya que es precisamente con tales acciones con las que se
puede lograr una mayor efectividad electoral al generar agrado,
seguridad y sobretodo confianza en la gente.
Entonces surge la pregunta de si existe realmente el compromiso
con la gente para llevar a cabo los intereses colectivos o
será que solo se busca aparecer en la publicidad para posteriormente
llevar los intereses puramente partidistas al Congreso.
Otra situación que también es importante y que a lo largo
de las elecciones para diputados en nuestro país se ha presentado,
es la posibilidad de manejar lo que algunos denominan un
?doble discurso? con los electores.
Al mencionar dicho concepto, hacemos referencia específicamente
a la posibilidad que tienen los candidatos ?ya sean plurinominales,
uninominales o mixtos? de utilizar en sus campa?as
electorales nombres que discrepan de los que aparecen en las
boletas electorales o en las listas de candidatos de cada partido,
(esto con la finalidad de atraer más votos), apoyándose inclusive
en las relaciones de parentesco que dichos candidatos pudiesen
tener con políticos de las entidades que pretenden representar.
?Mercadotecnia política?
Más allá de que sea una obligación de los partidos políticos
nacionales el garantizar la equidad y procurar la paridad de géneros
en las candidaturas a cargos de elección popular, tal cual se
se?ala en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos
Electorales en su artículo 38 inciso S,-lo cual nos parece totalmente
adecuado-siempre será importante que como ciudadanos
reflexionemos acerca de los candidatos de cada partido antes
de cada elección; conozcámoslos, adentrémonos con ellos, expongámosles
nuestras inquietudes, racionalicemos, neguemos y
seleccionemos las mejores propuestas que nos plantean porque
no hay que olvidar que al otorgarles nuestro voto, les estamos
encomendando la tarea de que hablen por nosotros y para nosotros,
así como también para que expresen las necesidades de
todos y logren solucionarlas en la medida de lo posible.